Nuevas perspectivas

Nunca estamos conformes con la vida que llevamos. Siempre vamos en la búsqueda de un mejor trabajo, de un mejor piso, de una mejor pareja. No digo que conformarse sea lo correcto, en realidad siempre hay que buscar mejorar y crecer, pero también creo que es importante aprender a tener momentos de quietud.

Vamos corriendo por la vida sin disfrutar de lo que tenemos ahora mismo. No podemos seguir viviendo así, en un agujero de inconformidad infinita.

Basta ya de ir corriendo a por la próxima pseudo oportunidad que se nos presenta. Quedarnos quietos por un momento no es sinónimo de estancamiento, siempre que estemos aprendiendo o mejorando otros aspectos de nuestra vida.

Y es que no hay un destino mágico en el futuro donde las cosas sean mejores. Siempre será tan bueno como lo es ahora.

Pero si no nos gusta este momento, es porque estamos viendo selectivamente las partes que no nos gustan.

Sin embargo, podemos aprender a apreciar y encontrar alegría en cada momento. ¿Nos ponemos manos a la obra? 

Coge un papel y apunta todas las cosas buenas que tienes en tu vida ahora mismo. Siéntete afortunad@ y agradecid@ por tenerlas. Escribe hasta el más mínimo detalle e imagina como sería tu vida si eso no existiera. La vida nunca será perfecta, pero si aprendemos a ver su lado positivo, todo sabrá mejor.

Volver a empezar

Ahora, haz una lista con las cosas que no te gustan. Pregúntate que debes cambiar para conseguir resultados distintos.

Tememos reciclarnos porque ya hemos sacrificado mucho para llegar donde estamos. Simplemente no queremos volver a empezar.

Nacemos como papeles en blanco que poco a poco vamos llenando con pantones preestablecidos: educación, profesión, valores.

Creemos que todos esos colores que hemos plasmado en el papel -y que nos han costado sangre conseguir- nos definen. 

¿Pero qué pasa cuando dejamos de aprender, cuando eso que pintamos queda obsoleto o cuando ya hay muchos papeles iguales a los nuestros?

Es hora de volver a inventar otro color, con todo el sacrificio que eso implica.

Te queda toda una vida por delante para seguir creciendo y mejorando tu propia obra ¿La vas a desperdiciar?

Reconoce las oportunidades cuando las tienes al frente, no intentes huir de ellas por el miedo paralizante de cambiar. Al final, tod@s lo hemos hecho alguna vez y siempre han salido de allí cosas maravillosas.

Toma acción.

Frances