Imagínate vivir en un mundo donde todos corren en frenesí alrededor tuyo, (ya vivo en un mundo así ¡duh!) y donde TÚ eres la única persona capaz de mantener la calma, (sí claro, ¿crees que soy el Dalai Lama?) ajena a lo que está sucediendo a tu alrededor.
¿Te lo imaginas? Así es mi vida y quiero ayudarte a vivir más relajad@ en este mundo enloquecido. Y no, no necesitas ser un monje budista para conseguirlo, bueno casi, sigue leyendo ¿quieres?
Empieza el día con un ritual
Lo primero que haces en la mañana establece la vibra que tendrás durante el resto de la jornada.
Levántate 15 minutos antes. Haz algo que te ayude a conectar contigo mism@ y a establecer las intenciones para el día, por ejemplo 5 minutos de meditación + 10 minutos de yoga.
No (pre)empieces tu día apurad@, si lo primero que haces al levantarte lo haces relajad@, entonces esa sensación te acompañará a lo largo del día.
Diferencia las cosas urgentes de las importantes
Es muy probable que llegues a la oficina, abras el ordenador y veas los 20, 30, 200 emails que tienes en la bandeja. Luego de eso y un suspiro de cansancio, te pones a responder emails durante dos horas.
No permitas que el email dicte tu día. En vez de eso, abre tu agenda y mira las tareas que tú habías programado para ese día.
Te llegarán miles de emails con solicitudes urgentes. Pero primero termina la tarea que tenías programada, no la interrumpas, no permitas que otro te diga lo que tienes que hacer. Si es verdaderamente urgente te llamarán.
Consejo: Siempre que te llega un nuevo proyecto o tarea, pregunta para que día lo necesitan.
Los humanos nos solemos sentir sobrepasados rápidamente al ver toda la lista de tareas que tenemos que resolver, o al ver todas las materias que debemos aprobar, etc. Lo cierto es que una vez que te metes en la montaña y vas sacando tarea por tarea, te das cuenta que tampoco es para tanto y que puedes con ello y más.
Que no te importe un carajo
A lo largo de los años he aprendido a tener una visión panorámica del mundo. Estoy en el mundo pero no me involucro en su juego. Observo desde la distancia. Eso me permite no tomarme las cosas a personal, a ser más empática y a pasar de muchas cosas sin importancia (malos comentarios, actitudes negativas, etc.) Es el sutil arte de que no te importe un carajo.
A veces damos mucha importancia a temas tan pequeños como: «me empujo en el metro», «hizo un mal comentario sobre mi presentación», etc. Si tienes claro cuanto vales, en vez de tomártelo personal, lo verás como un reflejo de su propia inseguridad, entonces pasarás de sentir enfado a sentir lastima.
Consejo: Cuando tengas que ponerte en el mood «no me importa una mierda», empieza a tararear en tu cabeza la canción de Dua Lipa 😉
Limpieza energética
Si me conoces o has leído mi blog hace algún tiempo sabrás que me tomo muy en serio el yoga y la conexión con mi cuerpo. Por eso todos los días al llegar a casa, suelto el estrés del día, me ducho y dejo que todos los pensamientos se vayan por el desagüe, luego medito por 10 minutos más y así ya me siento en sintonía para empezar a disfrutar de las cuatro horas que me quedan del día.
Simplifica tu vida
Todos tenemos agendas imposibles, pero aún así puedes encontrar tiempo para cultivarte todos los días.
Encuentra formas para sacarle partido al día y hacer cosas con significado. Es solo cuestión de dejar lo superfluo a un lado e invertir el tiempo de manera más inteligente.
En el poco tiempo que puedas encontrar, haz algo productivo, algo distinto al trabajo, algo más grande que tu mism@.
Frances